Qué rico sabes
estar dentro de ti
olerte junto a mí
qué vasto volar contigo
qué puro ozono
circulando por mis venas
amanece
siempre
deseando verte
rico es
alargar el placer de saber que
te tendré en mis brazos
tan sólo un poco después
más
un juego cruel del corazón
que aprende a entregarse
constantemente
sin medida
a ratos
conectado con mi pensamiento
nunca pierde encanto
y tus ojos
no cesan de brillar
en los míos
pues en ese instante
somos uno.
lunes, 21 de enero de 2008
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